La estación de Chamberí de Metro de Madrid, cerrada desde hace más de 40 años, reabrirá sus puertas como centro de interpretación de la historia del suburbano, previsiblemente, antes de finales de año, según anunció hoy el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Gallardón, que se manifestó así en la rueda de prensa posterior a la reunión de su Gobierno, explicó que en las próximas semanas también será inaugurada la remodelación a la que se ha sometido la Nave de Motores de Pacífico, que fue construida para generar y almacenar la energía con la que funcionaban los trenes y que ahora también será un centro de interpretación.
La Junta de Gobierno aprobó hoy una inversión de más de 4,8 millones de euros para finalizar los trabajos de rehabilitación de estas dos instalaciones, que cuando sean inauguradas permitirán a los visitantes conocer la historia del Metro de Madrid desde sus inicios, dentro del proyecto denominado 'Andén 0'.
En concreto, el Ayuntamiento ha autorizado una adenda al convenio de colaboración con Metro de Madrid, suscrito en diciembre de 2005, para rehabilitar y abrir al público la estación de Chamberí, por valor de 3,2 millones de euros. Además, aprobó otra adenda a este acuerdo, en los mismos términos, destinada a la sala de turbinas de la central eléctrica de Pacífico, que supondrá una inversión de 1,6 millones de euros.
ESTACIÓN DE CHAMBERÍ
La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro de Madrid, inaugurada en 1919 y que contaba con ocho estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (la actual Iglesia), Chamberí, Bilbao, Hospicio (Tribunal hoy en día), Red de San Luis (Gran Vía actualmente) y Puerta del Sol. A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar esta estación, la clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.
El diseño, de Antonio Palacios, optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización y por unos acabados sencillos. Incorporó la luz natural mediante un lucernario en el vestíbulo. Para el interior eligió un recubrimiento cerámico con juegos ornamentales.
La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus estribos estaban decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles anunciadores, también de cerámica, en encintado ocre y azul. Estos carteles publicitarios son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los 20.
NAVE DE MOTORES DE PACÍFICO
La Nave de Motores de Pacífico fue construida entre 1922 y 1923 y empezó a funcionar a partir de 1924. En su interior están instalados tres motores diesel de grandes dimensiones y el resto de la maquinaria (alternadores, dinamos, baterías, etc.) que en su momento sirvieron para generar y almacenar la energía con la que funcionaban los trenes.
Durante la Guerra Civil, y debido a las restricciones, proporcionaron energía eléctrica la ciudad, a través de la compañía Unión Eléctrica Madrileña. Con el paso del tiempo, y a medida que las compañías fueron capaces de asegurar un suministro cada vez más regular, la central, que llegó a ser la de mayor potencia instalada en España, quedó obsoleta y dejó de funcionar en 1972, siendo definitivamente clausurada en 1987.
El edificio es obra, al igual que la estación de Chamberí, del arquitecto Antonio Palacios. Las obras de mantenimiento y conservación que ahora se acometen, según proyecto del arquitecto Carlos Puente, devolverán a la nave su aspecto original, tanto exterior como interiormente, e irán acompañadas de la limpieza y restauración de la maquinaria.
El proyecto 'Andén 0' contempla también la instalación de un motor eléctrico que permitirá recrear el funcionamiento de los tres grandes motores navales, de 1.500 caballos cada uno, que suministraban energía al suburbano el pasado siglo.