jueves, 27 de marzo de 2008

Metro de Madrid abre dos espacios históricos como centros de interpretación

Con sedes en la antigua estación de Chamberí y la nave de motores de Pacífico

La Nave de Motores de Pacífico y la antigua estación de Chamberí son las sedes de Andén 0, el Centro de Interpretación de Metro de Madrid que servirá para conocer la historia y la evolución técnica de este medio de transporte.

Las dos sedes de Andén 0 cuyo valor histórico y arquitectónico ha decidido su nuevo destino datan de los orígenes de la red -cuando Madrid tenía 600.000 habitantes- y su rehabilitación es producto del acuerdo que el Ayuntamiento y Metro de Madrid firmaron en diciembre de 2005 para ejecutar la rehabilitación, en la que se han invertido 6,3 millones de euros, 3,8 en Chamberí y 2,5 en la sala de motores.

Ahora nuevos acuerdos, por los que cada parte aportará 400.000 euros, permitirán abrir al público esos espacios. El Ayuntamiento sufragará los costes de atención al público y Metro de Madrid se encargará de los gastos de limpieza, mantenimiento y seguridad de unas actividades culturales gratuitas. El horario es de once de la mañana a siete de la tarde, de martes a viernes, y de diez a dos sábados, domingos y festivos, y con posibilidad de visitas guiadas para grupos. La entrada se halla en la misma Plaza de Chamberí.

Chamberí

La “estación fantasma” de Chamberí que se podía observar en penumbra en los trayectos por la línea 1, fue ideada por el arquitecto Antonio Palacios y formaba parte del primer tramo de la línea 1 de Metro de Madrid cuyas obras empezaron el 10 de julio de 1917. Tres kilómetros y medio que discurrían entre la glorieta de Cuatro Caminos y la Puerta del Sol, fueron inaugurados el 17 de octubre de 1919 y contaban con seis estaciones intermedias.

En la de Chamberí, Antonio Palacios realizó uno de sus trabajos menos convencionales, usando en su ornamentación, fundamentalmente la cerámica sevillana de reflejo, alternada con azulejos blancos, en un diseño plano que se basaba en el juego de líneas y colores. Otro de los grandes elementos decorativos de la estación eran los carteles publicitarios, realizados también con paneles de cerámica.

Fue clausurada en 1966 cuando Metro decidió alargar las estaciones de la línea 1 para introducir trenes de mayor capacidad, y Chamberí quedó fuera de estas obras dada su situación en curva y su proximidad a las estaciones colaterales de Bilbao e Iglesia. Ahora, tras 42 años oculta a los ciudadanos y con la recuperación de los arquitectos Pau Soler y Miguel Rodríguez, que respeta su estado original, vuelve a abrir sus puertas a través de una boca de nueva creación que con ascesor y escaleras mecánicas, sustituye a la que fue demolida.

La nueva Chamberí ofrece un recorrido por una de las estaciones más antiguas con una imagen, brillante, colorista y de vanguardia. Las taquillas, el mobiliario y los paneles publicitarios en cerámica del andén abierto al público se completan con la información audiovisual proyectada sobre el andén opuesto y entre ambos las vías por las que siguen circulando los trenes de la Línea 1.

Nave de Motores

La Nave de Motores, inaugurada en 1923, surgió de la necesidad de dotar al metro de Madrid de cierta autonomía energética, para mejorar el servicio y subsanar los posibles problemas de abastecimiento de energía. El proyecto de ingeniería corrió a cargo de José María y Manuel Otamendi, mientras que el edificio fue encargado también a Antonio Palacios.

Las obras comenzaron en 1922 y finalizaron el 23 de marzo de 1923. La central sirvió, hasta 1972, para generar energía -1.500 caballos- transformarla y almacenarla. Originalmente, constaba de cuatro espacios diferenciados, la nave de motores o central de generación propiamente dicha, una edificación que acogía las oficinas, la subestación eléctrica de Pacífico, actualmente desaparecida, y un espacio que albergaba una batería de acumuladores, utilizada en caso de fallos o problemas de suministro. Durante la Guerra Civil suministró energía no sólo al Metro, sino a la población madrileña.

Ahora ha sido objeto de una rehabilitación integral, tanto de su exterior como de su interior, de acuerdo con el proyecto arquitectónico de Carlos Puente. En esta instalación, también obra de Antonio Palacios, a la que se accede por la calle de Valderribas, una maquinaria cuidadosamente limpiada y restaurada, junto a un programa audiovisual que muestra las características, el funcionamiento y la utilidad de los generadores rotatorios, completan el conjunto de la sala de motores.

Fuente: Vía Libre

martes, 1 de enero de 2008

El Faro de Moncloa, cerrado 'sine die'

El Gobierno municipal clausuró en agosto de 2005 este emblemático mirador por carecer de los sistemas de evacuación que exige la normativa antiincendios. El Consistorio no sabe cuándo lo abrirá y el PSOE exige un plan de rehabilitación y apertura para que los madrileños lo disfruten.

Hoy en día no deja de ser un edificio emblemático más de Madrid. Pero cuando nació, en 1992, enseñoreaba el noroeste de la capital. Ahora, el Faro de Moncloa, cerrado desde agosto de 2005, aguarda tiempos mejores para recuperar su antiguo esplendor.

«Contraviene la normativa de Protección Civil. Es decir, que los mecanismos de evacuación y emergencia no son los adecuados. Concretamente el problema está en las medidas de la escalera de salida que no tiene el ancho debido. El Ayuntamiento no tiene fecha para solucionar el problema», aseguraba a este periódico un portavoz del Area de Las Artes, de quien depende este edificio singular. Concretamente, está en manos del Departamento de Gestión Administrativa de Centros y Auditorios. Tiene el nivel 3 de protección, el más bajo.

El Faro de Moncloa se encuentra frente al Museo de América y la Biblioteca de la AECI en la Ciudad Universitaria, entre la avenida de la Victoria, la A-6 y la avenida de los Reyes Católicos. Fue construido en 1992 por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo para celebrar la capitalidad europea de la cultura de Madrid. Se convirtió en el edificio emblemático del anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano.

La cúspide de sus 95 metros de altura ofrece unas vistas inmejorables del noroeste de Madrid, la Casa de Campo, El Pardo y la sierra de Guadarrama. Rápidamente, su interés turístico, como mirador, dejó a un lado la función de iluminar esa parte de la ciudad y de servir como base para las antenas del servicio municipal. Llegó a albergar incluso un restaurante. Para ascender hasta la cima, lo normal era hacerlo en un ascensor.

Más de dos años cerrado
El incendio del edificio Windsor acabó por echarle el cierre, que se produjo el 27 de agosto de 2005. El motivo es que contravenía la normativa de seguridad para este tipo de edificios de tanta altura. El Ayuntamiento decidió clausurarlo. Desde entonces, no hay actividad.

En un primer momento se adujo problemas de electricidad estática que provocaban calambres al público que se asomaba a la barandilla. Esta circunstancia se dio, según confirmó el portavoz municipal, pero el asunto real es que la escalera sólo tiene 80 centímetros de ancho cuando debería tener un metro, y el sistema de climatización no es el adecuado, según denuncia el PSOE.

Sin embargo, fuentes del Area de Las Artes no precisaron el ancho exacto de la escalera y la medida que debería tener.

En la actualidad, no queda allí más que los efectivos de la seguridad privada que matan el tiempo como pueden. «Por causas ajenas al Faro de Moncloa y a la Concejalía de Gobierno de Las Artes, esta instalación se encuentra cerrada», reza un cartel a la entrada. Incluso está el precio de acceso: un euro para los adultos y 50 céntimos para los niños.

Desde el pasado año, desapareció como edificio a gestionar, y no hay partida presupuestaria alguna, ni estudios de reforma ni proyecto para su rehabilitación. En 2008 tampoco hay ninguna partida presupuestaria para mantenimiento o rehabilitación para abrirlo al público. Pese a todo, en la Ordenanza reguladora de los Precios Públicos por la Prestación de Servicios o la Realización de Actividades, aprobada el 29 de noviembre de 2006, consta el precio por el alquiler de las salas para la celebración de ferias, conferencias, convenciones y espectáculos. La cuantía es de 3.220,25 euros.

De hecho, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, realizó la primera cena de Navidad, en 2003, en este edificio. El Consistorio no despejó ayer las dudas sobre su futuro en la Comisión de Las Artes.

PSOE: "Hay desprendimientos de chapa"
El portavoz municipal socialista, David Lucas, acusó al regidor de «haber sometido al olvido este edifico municipal que es patrimonio de la ciudad. Lo ha olvidado el Area de Las Artes, no ha ejercido su responsabilidad y lo ha retirado de los presupuestos». El PSOE exige que se redacte un plan de rehabilitación y que se consulte al autor de la obra y al Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. «Cualquier decisión del Faro ha de ser consensuada y no queremos que vuelva a ocurrir lo de la Pagoda en 1999», precisó.

Su portavoz de Las Artes, Daniel Viondi, dice que el Gobierno «no sabe qué hacer con el Faro de Moncloa» y denunció que «la desidia del Ayuntamiento en su conservación ha provocado, incluso, el desprendimiento de chapas del edificio».

«Si el Ayuntamiento se está cuestionando rehabilitarlo o derribarlo, el grupo municipal socialista quiere que la decisión esté justificada y consensuada».

Los socialistas confían en que se reabrirá este monumento pronto. Desde el Ayuntamiento aclararon ayer en la Comisión de Las Artes que el edificio no será derribado, aunque no pueden precisar cuándo se abrirá.



Fuente: El Mundo